27/1/09

La Búsqueda Interior

x Julio Vargas
Antropólogo y Ensayista


Hola, aprovecho esta ocasión para compartir no una apreciación, sino un punto de vista alrededor de algunas películas surcoreanas que tuve la oportunidad de ver en diferentes circunstancias. Se trata básicamente de una apreciación superficial en torno a algunos rasgos del estilo de algunas películas de Kim Ki-Duk (tuve que recurrir al google para escribirlo bien). Esto se debe a que dispongo de un poco de tiempo para escribirlo, y al hecho de que considero que vale la pena escribirlo.
Empiezo entonces advirtiendo que no hablare de tramas, personajes, gustos o disgustos, sino de algunos elementos de las películas, y particularmente del director, que más me llamaron la atención. En primer lugar, en momentos en que no conocía nada de la biografía de Kim Ki-Duk ni del contexto en que realizó sus primeras obras, vi sus cintas más conocidas hace unos años (Las denominadas primavera, verano...etc, la samaritana y el espíritu de la pasión o Hierro 3).
En esas películas aparecía claramente un elemento de búsqueda interior, y de incapacidad de expresarlo verbalmente. En ese sentido, la propuesta fílmica del director expresaba, bajo diferentes medios y estrategias estéticas, lo que no podían expresar las palabras. Esto fue lo que más me impactó de dichas cintas, aunque debo confesar que prefería la fiera y en ocasiones directa crudeza de un chow won park (y sus referencias al contraste entre la socialista corea del norte y la capitalista corea del sur). Sin embargo, al tener la oportunidad de apreciar “Bad Guy” y mas recientemente “Real Fiction”, y de informarme de aspectos biográficos sumamente interesantes de Kim Ki Duk (su origen humilde, su vocación por la pintura y su salto al cine sin una formación previa. Véase por ejemplo esta entrevista http://www.pulpmovies.org/entrevistas/kim_ki-duk.html) puedo entender que son las películas de su primera etapa las que exigen ser vistas para una apreciación más completa de la propuesta del director.
No obstante, considero que el elemento de búsqueda interior se mantiene como un rasgo central del carácter de su propuesta, y esto es algo que tendría que corroborar apreciando toda su obra. Esto es una pasión inútil, reitero. En esto coincido con Ludo y su lectura de Bataille (es relevante en ese sentido que Kim Ki Dum se declare cristiano protestante, y no budista). Asimismo, vuelvo a leer a Wilde y encuentro que la frase completa de su sentencia es: “Podemos perdonar a un hombre el haber hecho una cosa útil, en tanto que no la admire. La única disculpa de haber hecho una cosa inútil es admirarla intensamente. Todo arte es completamente inútil”. Esto me lleva a relevar el hecho de que, pese a que este tipo de películas no apuntan precisamente al gusto comercializado sino a segmentos específicos de consumidores, vale la pena tener en cuenta que las formas de producción y de financiamiento de este tipo de empresas son básicamente una aventura personal, donde los riesgos y los beneficios (como en toda empresa) corren por cuenta propia. Mucha ánimo entonces a los cineastas peruanos, tanto de provincias como de esta megaprovincia llamada lima, y a los que no lo somos (aún).

Julio Vargas